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Cortes & Raspaduras
Detenga la hemorragia
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Limpie bien el área. Use una bolsa de hielo triturado envuelta en una toalla para aplicar presión durante 20 minutos, o cubra la herida con una gasa o un pedazo de tela limpia y gruesa. Use la mano si no dispone de ninguna otra cosa.
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Ejerza presión sobre la herida con suficiente fuerza como para detener la hemorragia. No retire la presión ni siquiera para cambiar telas. Simplemente añada una tela limpia sobre la original.
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Eleve la herida por arriba del nivel del corazón, a menos que esto genere dolor.
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Obtenga ayuda médica de inmediato si la sangre brota a borbotones desde una herida, o la hemorragia no se detiene luego de varios minutos de ejercer presión sobre la herida.
Limpie la herida
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Lave la herida con jabón y agua. Evite el peróxido de hidrógeno, alcohol, mercurocromo, Merthiolate o yodo. Son innecesarios y pueden ser muy dolorosos y retrasar la curación.
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Asegúrese de que no quede suciedad, vidrio ni material extraño en la herida.
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Llame a su doctor si la cortadura o herida no sana en 10 a 14 dÃas.
Coloque una gasa/algodón sobre la herida
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Coloque un apósito en una cortadura (antes que ver a un doctor para que le coloque puntos de sutura) cuando sus bordes tiendan a permanecer unidos, y cuando la cortadura no sea muy profunda.
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Use "apósitos en mariposa," tiras de cinta de papel estéril, o banditas adhesivas (curitas) para mantener los bordes juntos.
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Aplique el apósito en posición transversal, no longitudinal. Esto mantendrá los bordes de la herida en firme contacto, y favorecerá la cicatrización.
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Las heridas húmedas sanan más rápido y con menos tejido cicatrizal que las heridas secas. La costra que se forma por cicatrización en seco interfiere con el movimiento de las células de la epidermis. Aplique bacitracina para mantener la herida húmeda y blanda.